sábado, 5 de septiembre de 2009

P.S.: Nuestro ticket, intacto

LOS PARTIDOS POLÍTICOS ESPAÑOLES ESTÁN RESULTANDO SER INDESEABLEMENTE PROCÍCLICOS.-

Estamos a primeros de septiembre. Comienza el curso presupuestario.

Ya saben que andamos diciendo que lo que nos está pasando es que hay una divergencia muy notable entre lo objetivo (el crash inmohipotecario y la crisis estructural de la economía española; Correcaminos parado en seco en el borde del acantilado) y lo subjetivo (la mentalidad, la conciencia; Coyote que se ha pasado y da zancadas en el vacío como queriendo tener una tracción imposible, con el fondo del barranco como único destino). Sobreactuamos y prolifera la ansiedad y el salvatraserismo, perdónenme la expresión, cuando lo que toca es estar unidos y modositos, purgando, dispuestos unos y otros a ceder derechos adquiridos.

Bueno dice que la relación entre ÉTICA y MORAL divide a los izquierdistas:

- los de la IZQUIERDA BLANCA, como él la llama, están contra la pena de muerte por razones éticas, por ejemplo;

- los de la IZQUIERDA ROJA, nada liberales, eventualmente, estarían a favor de la pena de muerte por razones tácticas, de modo que habría una moral circunstancial que prevalece sobre la ética.

Lo mismo podemos decir respecto de los derechistas:

- la DERECHA AZUL (Bueno la llama amarilla) es liberal;

- la DERECHA NEGRA está conforme con que más de la mitad del sistema financiero (las Cajas de Ahorro) no sea "de mercado" y, además, es "caudillística" ("hacen falta líderes" decía recientemente un senil ex-liberal ex-bancoespañista en un lamentable artículo en Actualidad Económica, manifestándose contrario hoy a pactos como el de la Moncloa, en 1977).

A esta clasificación, añadan que hay tres izquierdas y tres derechas: política (con minúsculas), sociológica y económica; cada una de las tres, respectivamente, con su bifurcación cromática.

Si hay algún ingenuo que no entienda que hay una derecha negra económica, que, cuando menos, piense en los negocios que no discurren por el canal neoclásico.

Pero, a lo que voy es que una cosa es La Política (con mayúsculas) y otra los partidos políticos.

Los partidos políticos son empresas privadas que apelan a La Política para competir en elecciones, ganarlas y aupar a sus élites a los puestos de dirección del sector público. Son sistemas de selección, de reclutamiento de altos cargos, y no tan altos, al servicio de las administraciones públicas, sus organismos autónomos y sus empresas públicas.

El pasado miércoles, hablando con un expresidente de una Caja de Ahorros del asunto este de los colores políticos, me ha dicho con absoluto desapego y rotundidad:

- "los partidos políticos hoy están completamente desideologizados"; y

- "como ya no hay ningún idealismo en ellos, a diferencia de lo que pasaba en los 60s y 70s, se quedan en la cuneta los mejores".

A esta síntesis magistral, añadan la cuestión de los sueldos ridículos que hay en el sector público, probablemente, por la ley española no escrita de OBTENCIÓN DE COMPLACENCIA EXTRASALARIAL INMOBILIARIA Y URBANÍSTICA, que hemos padecido desde los 80s, cuyo epítome lo tenemos en las "dos SCUMs número dos": de un lado, la Vicepresidenta nulípara de peinado warholiano y, del otro, el compañero sevillita de la Secretaria General invitrofecundada.

Elección, selección. En una democracia avanzada, las elecciones, como decimos, son poco más que un método de selección del personal directivo del sector público. Es común que el político recién nombrado ponga en su sitio a sus funcionarios con frases como "el que quiera poder, que monte un partido y gane las elecciones", equivalente al "crear valor para los accionistas", en las sociedades anónimas.

Pero, en las elecciones se administra La Política sociológica y tiene cabida el análisis probabilístico y estocástico. De ahí tanto maquiavelismo dilemo-paradojístico, como el que propugna el Sr. Conthe, y que se escuchen consignas tan célebres (y familiares para Gauss, podríamos decir) como "hay que ocupar el centro".

Se presentan ante nosotros con calculadas señas de "izquierdosidad" o/y "derechosidad", aunque siempre "centrados" o moderados.

De ahí, por ejemplo, que no nos estén defendiendo el aborto con el argumentario fuerte de la izquierda blanca, revelando así su motivación táctica, equivocada para sus propios intereses, según mi leal saber y entender; o que, los de la oposición, no nombren siquiera la palabra "inmobilaria", mientras esperan que la crisis desgaste a sus competidores; unos y otros, pertenecientes al mismo conglomerado único orwelliano.

Son las reglas del juego. NO PODEMOS REPROCHAR A LOS PARTIDOS POLÍTICOS QUE BORDEN EL PAPEL QUE HEMOS DISEÑADO PARA ELLOS.

¿Qué haría usted si, cada cuatro años, estuviera obligado a pasar un examen para seguir en su puesto de trabajo?.

¿Por qué nos quejamos de que haya partidos políticos "nacionalistas"?... ¿acaso no hemos creado un juego competitivo interregional?.

La situación está trabada porque siempre los beneficiarios de una situación son los menos indicados para modificarla. Me refiero, evidentemente, a la Ley Electoral y al Título VIII de la Constitución, financiación de las CC.AA. incluida. La prueba la tenemos con las Cajas de Ahorro, verdadero residuo paternalista cuyas raíces se remontan al siglo XIX, del que España parece que no se va a librar nunca por muchas estatuas ecuestres que se quiten, por muchas fosas que se reabran (por cierto, ¿no les parece gracioso que sean, precisamente, los enamorados de "las caixas", con sus esparteñas en proceso de bioimplante, al estilo Giger, quienes acusen a los demás de "mesetarios casposos", entre butifarra y butifarra, y, además, no incluyan en sus impresentables balanzas "fecales" el inmenso caudal que nos estamos puliendo en rescatarlas, del que nos enteraremos cuando el Banco España tenga a bien declarar concluso el blindaje al que está procediendo y para el que hemos dado carta blanca?... carta blanca de la que podríamos estar comenzando a arrepentirnos).

Como no va a haber catástrofes institucionales internas, y, encima, vienen avances en materia supraestatal y mundial, lo único posible es agudizar las contradicciones y esperar la invasión de nuevos "suevos, vándalos y alanos". Somos expertos en caricaturizar las cosas, como ha probado nuestra extravagante burbuja inmo-hipotecaria, tras la que ha quedado acreditado que somos absolutamente incapaces de dosificarnos en aterrizaje suave ninguno.

Señores del Gobierno:

sigan dividiendo la sociedad zahiriendo a sus competidores con discriminadores semánticos izquierda-derecha, toqueteando la Überbau, predicando su neototalitarismo laico, "hombrenuevista" y severo, eso sí, mientras velan el crash inmobiliario y preservan el capitalismo financiero.

Señores de la oposición:

sigan utilizando contra sus competidores argumentos caudillísticos ad hominem, y sacando mucho en los medios de comunicación a los mandos del triste pasado burbujista, además de crucificar a sus cristiano-liberales y conjugar un verbo, "recuperar", sin sentido en situaciones de cambio estructural.

¡Hala, a intentar resucitar El Pisito, todos contra todos, a gritos!.

Cuanto peor, mejor.

G X L

P.S.: Nuestro ticket, intacto. Estamos en el ocaso de una estructura económica y, tras el escudo bancario (2009), la bronca fiscal (2010) y la capitulación (31/12/2010), vendrá una transición estructural que consumirá no menos que 15 años (2025). Los precios inmobiliarios van a volver a los años 80s, netos de inflación. NO HAY MÁS SALIDA QUE HONRAR LA DEUDA "A PELO" (SIN TRAMPAS INFLACIONARIO/CAMBIARIAS), EXPORTAR Y RESTAURAR LA PRODUCTIVIDAD Y LA COMPETITIVIDAD VÍA SALARIOS Y COSTES INMOBILIARIOS. ¿Cómo va a haber empresas si lo que tenemos es una legión de propietarios inmobiliarios endeudados y absentistas, henchidos de soberbia y falsas expectativas, pretendiendo obtener sus inmerecidos retornos cuanto más por adelantado mejor?. El que los gestores presupuestarios españoles sean tan mediocres, cobardes y mezquinos, todo el día con el rabo ente las piernas, lamiendo o salvando traseros, con sus politiquerías y sus sueldos de mediopelo, no nos quita de los EVENTOS PROPIOS DE LAS SUBFASES FINANCIERA Y FISCAL Y DE LA CAPITULACIÓN O RENDICIÓN INMO-HIPOTECARIA, INCLUIDO EL AMAGO DE "BULL TRAP" QUE VIENE, por cierto, PARA EL QUE NO HAY FINANCIACIÓN. Tanta Comedia de Gallinas sólo nos vale para sufrir más de la cuenta. Está clarísimo que hay burbujas de ricos y burbujas de pobres. Si pueden, váyanse de España. Háganme caso. Me lo agradecerán, como cuando nos opusimos al reclutamiento del hipotecón y, por ello, fuimos corridos a gorrazos por los rocamboles piramidistas, que se hincharon a llamarnos, ¿cómo decían?, "envidiosos terrobajistas", "pesimistas plurianuales", algunos de los cuales han conseguido escabullirse de rositas, como El Metafísico, del que yo no me olvidaré jamás.